Nos inundan con palabras y valores “técnicos”, pero no te explican qué diferencia hay entre una característica u otra y cuál se adecua a nuestra necesidad a la hora de comprar una televisión. Por todo ello, esta guía pretende ser un apoyo a la hora de elegir el dispositivo, así como, darte opciones según nuestro criterio.
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Esta pregunta te va a ayudar a visualizar el rango de modelos en el que debes moverte, de tal forma que, las características avanzadas de un modelo caro no nos atrapen y podamos elegir lo mejor dentro de nuestras posibilidades.
Muchas veces se ha dicho que pagar un poco más te da la seguridad de que el tiempo de vida de tu aparato sea más larga, pero en este tipo de dispositivo no suele ser así. Un televisor suele durar entre 5 y 10 años, por ello si pensamos en gastarnos más dinero deberíamos mirar la calidad de imagen y las funciones que nos aporta el televisor.
A pesar de todo esto, no compres sin mirar nada más el modelo que tenga la mayor calidad, valora si le vas sacar partido a esa calidad.
Aunque hoy día la mayoría de televisiones disponen de una calidad visual que te hace poder verlas a casi cualquier distancia cercana sin problemas, se recomienda más por el hecho de no forzar la vista o músculos del cuello y espalda, que la distancia entre el televisor y el espectador sea de 2 a 3 veces la medida de la diagonal de la pantalla.
Como recomendación orientativa:
Normalmente, plantearse un televisor de 43” a 55” suele ser lo habitual, siendo en la mayoría de los casos el de 43 pulgadas el más apropiado.
En este tipo de pantallas generalmente para diferenciar los distintos tamaños se utiliza la medida de la diagonal de la pantalla expresada en pulgadas, aunque en España cada vez se mas la utilización de las pulgadas y los centímetros al mismo tiempo, facilitando así la comprensión del tamaño, ya que estamos acostumbrados a usar el sistema métrico decimal.
En todas estas tecnologías se utilizan los LED, lo que los diferencia es la manera de usarlos y el control que hay sobre cada uno de ellos (principalmente el control del color).
Estas pantallas usan diodos diodos blancos que iluminan desde atrás los píxeles de color. Esta tecnología no permite gestionar muy bien los negros, pero en general dan una buena calidad de imagen, sobre todo si el dispositivo dispone de HDR (High Dynamic Range).
Las pantallas NanoCell habría que considerarlas una evolución de la tecnología LED que compite directamente con las QLED de Samsung.
Se mantiene la iluminación trasera combinada con una serie de filtros impregnados con cristales de un tamaño nanométrico, que actúan a modo de filtros dando como resultado pantallas más brillantes y con colores más vivos.
Por lo que con la tecnología Nanocell se consigue mostrar los colores tal y como son, ofreciendo una alta experiencia de realidad, también debido al uso habitual de paneles IPS junto con esta tecnología.
Estos paneles son una evolución de los LED y de la tecnología Quantum Dot o de nanocristales. La diferencia es que en los QLED los pixeles se pueden activar de forma individual, lo que les permite gestionar un mayor contraste y diferenciar aún más los distintos tonos de color, aunque no llegan al control de negros de la tecnología OLED.
Los píxeles utilizados producen su propia luz, lo que da la posibilidad de controlar el brillo píxel por píxel, permitiendo ahorrar capas en la construcción y conseguir grosores finísimos.
A todas estas tecnologías les terminan añadiendo componentes electrónicos y de software, que son los que nos hacen no poder distinguir visualmente, en una tienda, las diferencias entre OLED y QLED. Además, las imágenes que se muestran están especialmente diseñadas para resaltar las características visuales de estas pantallas.
Los televisores HD y Full HD llevan un tiempo quedándose anticuados, pero muy raro será que encuentres un televisor de 32” en 4K, no tendría sentido; “casi no cabrían” los pixeles. Por ello, en esta medida siempre recomiendo escoger Full HD y, a ser posible, con HDR.
Una vez que nos adentramos de las 43 pulgadas en adelante, sí debemos plantearnos los televisores 4K, puesto que ya hay cada vez más contenido con esas calidades.
Tamaño de Pantalla | Resolución mínima recomendada | Resolución que tendríamos nosotros |
---|---|---|
19″-24″ | HD Ready | Full HD |
25″-32″ | HD Ready | Full HD |
33″-39″ | HD Ready | Full HD |
40″-43″ | Full HD | Full HD |
44″-49″ | Full HD | 4K |
50″-54″ | Full HD | 4K |
55″-64″ | 4K | 4K |
65″ o más | 4K | 8K |
Para entender mejor todo esto del 4K, FHD, etc. nada mejor que una tabla:
Es interesante saber que tanto los nuevos modelos de consolas como Xbox, PlayStation, etc., como sitios de streaming de vídeo como Netflix, HBO, Prime Video, YouTube, etc. soportan y disponen de contenido en 4K.
Aunque en pulgadas grandes se recomienda irse al 8K, debemos tener en cuenta que a día de hoy, al igual que paso con el 4K en su tiempo, no hay mucho contenido.
Esta característica se expresa en hercios y nos va a indicar el número de veces que una imagen se refresca cada segundo en tu pantalla. Esta frecuencia suele oscilar entre los 50 o 60 hercios, pudiendo llegar hasta los 120 o 144 Hz.
Su importancia reside en que a mayor tasa de refresco, el televisor nos muestra imágenes más suaves y enfocadas, pudiendo notarlo, sobre todo, en el cine de acción y en los videojuegos.
Consideramos que a nivel de HDMI, toda televisión debería tener al menos 2 puertos y, si son de la versión 2.1, mucho mejor.
Hoy día también debemos considerar el acceso a la Red, así que la conexión Ethernet, WiFi y DLNA son muy importantes, ya que gran parte del contenido que consumamos llegará por ese medio.
Con respecto al USB, la versión más interesante es la 3.2 Tipo C, pero si al menos tiene la 3.0 o 3.1 Tipo A, va bien. Es verdad que ya empieza a aparecer el USB4 en el mercado, pero aún no es asequible en las televisiones.
Siempre ha sido una parte relevante en cualquier televisor, pero actualmente ha crecido exponencialmente. Se encarga de procesar la gestión de la imagen y de corregir defectos junto con los algoritmos de inteligencia artificial, así como de manejar las distintas entradas y salidas de imagen y audio e inclusive, soportar el sistema operativo y todo ello, con la máxima fluidez posible, para que el usuario tenga una buena experiencia.
Intentar hacer una comparativa de procesadores de TV es complicado, es más solo deberíamos preocuparnos en caso de tener que escoger entre pantallas de características similares o para descartar algún modelo antiguo.
Igualmente, en cuanto tengamos preparada una tabla con información clara que ayude a diferenciar con facilidad las características de este tipo de procesador, actualizaremos el artículo.
Hemos llegado a la parte “inteligente” del televisor que, básicamente, es un conjunto de funciones que te va a dejar navegar por Internet, ejecutar e instalar aplicaciones y conectarte con dispositivos móviles y en red.
A la hora de comprar una televisión, hoy día, se debe contemplar que sea compatible con servicios de vídeo a la carta como Netflix, Youtube, Amazon Prime Video, HBO, etc.
Toda Smart TV dispone de un sistema operativo integrado. Algunos fabricantes optan por utilizar alguno más genérico como Android TV de Google o utilizar su propio sistema como por ejemplo LG y Samsung con WebOS y Tizen, respectivamente. Por todo ello, es bueno revisar qué podemos hacer con el sistema operativo de esa televisión antes de comprarla.
Ya sea porque tu TV no dispone de Smart TV o porque no te da todas las prestaciones que necesitas, siempre te quedan diferentes opciones como utilizar algún dispositivo externo como por ejemplo: Android TV, Apple TV, Fire Stick, ChromeCast o cualquier otro gestor de contenidos online. Inclusive, podrías conectar un ordenador a la televisión, teniendo en cuenta que no se trabaja igual con un monitor de ordenador que con una TV por mucha calidad de imagen que tenga, como explicamos en este artículo, pero para el visionado multimedia es muy útil.
Cada vez más televisores son capaces de detectar gestos y órdenes por voz desde el control remoto.
La mayoría están utilizando Alexa o Google Assistant. Igualmente, en el tema de la televisión hay que verlo con cuidado, porque algunos modelos económicos pueden no funcionar con todas la prestaciones que ofrecen estos sistemas de control.
Por supuesto, debes valorar si compensa el aumento de precio por llevar esta característica.
Hoy día la necesidad estética de reducir al mínimo posible el grosor de los televisores y el marco de la pantalla, hacen imposible que los altavoces den la calidad de sonido que necesitaríamos.
Esta pregunta es un detalle menor, hoy día, para la elección de la televisión, pero tampoco debemos olvidarlo, puesto que dentro de modelos similares existen diferentes tipos de pie. Además, si queremos colgarla, debemos tener en cuenta los distintos ángulos y direcciones que puede aportar el soporte.
Por todo ello, quiero mostrarte estos ejemplos de soportes y muebles para televisión:
Si aún tienes dudas de cómo elegir un soporte para colgar en la pared o similar puedes leer nuestro artículo.
Yo no elegiría actualmente una 8K, se encarece demasiado para el contenido disponible.
Escoge el tamaño de tu televisión con arreglo al espacio que dispones y la distancia a la que la vas a ver, aunque ahora la mayoría de televisiones, por su alta resolución, puedas verlas muy cerca sin apreciar los píxeles, no quiere decir que debas tener tu cara pegada a la pantalla.
Es preferible que tenga HDMI 2.1 o superior.
Comprueba que el SmartTV utiliza las aplicaciones que necesitas.
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