Nuevo sistema de clasificación, eliminación del signo “+”
El 1 de Marzo de 2021 entró en vigor la aplicación de de las nuevas etiquetas energéticas, que eliminan la escala que va desde la “A+++” hasta la “D” permitiendo únicamente las letras de la “A” a la “G”.
Este sistema se va a aplicar a los siguientes grupos de productos:
- televisores
- frigoríficos
- lavadoras
- lavavajillas
- bombillas y lámparas
Las bombillas y lámparas quedan excluidas de esta obligación hasta el 1 de septiembre de 2021.
Hay que tener en cuenta que hasta el 1 de noviembre de 2021 deberíamos de encontrar la nueva etiqueta o ambas y que a partir de esa fecha ya solo existirá la nueva.
Etiqueta antigua VS Etiqueta nueva
La nueva nos va a permitir tener una mayor información relacionada con la energía y el consumo.
Los elementos más destacables de la nueva etiqueta son:
- Nueva escala energética: de A a G, sin clases “+”.
- Consumo energético: específico de cada producto.
- Pictogramas: estos indican el rendimiento y características del producto.
- Código QR: este código nos va a permitir a los consumidores obtener más información sobre el aparato al escanearlo.
Pictogramas
En algunos casos la cantidad de elementos como los pictogramas puede variar según el dispositivo que represente la correspondiente etiqueta energética.
Consumo energético
Algo parecido ocurrirá con respecto al consumo energético:
- Los frigoríficos expondrán el consumo anual.
- Los lavavajillas, lavadoras y lavasecadoras incluirán el consumo de 100 ciclos de lavado o secado respectivamente.
- En los monitores, pantallas de televisión y bombillas se informará del consumo por cada 1000 horas de uso.
No debemos preocuparnos por el hecho de que ahora veamos electrodomésticos que antes eran de clase “A+++” y en la nueva versión sean de clase “B”. Este cambio viene dado por el reescalado para poder incluir los nuevos productos con mejor eficiencia energética dejando la clase “A” prácticamente desierta.
El motivo de todos estos cambios en la Unión Europea es dar una información más clara y comprensible para el consumidor, de tal forma que este perciba con mayor facilidad que opción es más eficiente.
Normalmente estos cambios provienen del seguimiento de las mejoras tecnológicas en eficiencia energética y son revisadas cuando el 30% de los productos en el mercado de la UE obtienen la máxima clasificación, como la “A” o cuando el 50% de los mismos esté entre las franjas de “A” y “B”.
La antigua etiqueta (Directiva Europea 2010/30) disponía de siete clases, de la “A” a la “G”, pero la eficiencia de muchos electrodomésticos mejoraba y hubo que introducir la clase “A+” hasta llegar al “A+++”.
¿Cómo y cuándo deben mostrarse las etiquetas energéticas en los comercios online y físicos?
Siempre debe estar en un lugar claramente visible, para que el cliente la pueda identificar y leer con facilidad.
Desde la UE se insta además a que este cerca del precio e inclusive con el mismo tamaño de letra.
En el caso de negocios online se permite poner una flecha anidada que funcione como un enlace a la etiqueta energética.
Productos que deben llevar etiquetas energéticas
- Bombillas y lámparas.
- Radiadores.
- Frigoríficos y congeladores.
- Lavadoras y secadoras.
- Aparatos de aire acondicionado y ventiladores.
- Pantallas electrónicas, incluidos televisores.
- Aparatos de cocina.
Breve historia de la etiqueta energética
Las etiquetas energéticas comenzaron a implantarse en 1995, aunque únicamente en frigoríficos, congeladores, lavadoras y lavavajillas. Con el paso de los años fueron extendiéndose a hornos, televisores, aparatos de aire acondicionado…
Hoy día este etiquetado es obligatorio y está regulado por la Directiva 92/75/CEE de la Unión Europea. Indican la eficiencia energética de cada electrodoméstico. Cuanto más eficiente menor consumo y, por lo tanto, más ahorro en la factura de la luz.
El formato de la etiqueta ha ido variando a lo largo de los años. Por ejemplo, en un principio la escala iba de la A a la G. Sin embargo hubo que inventarse categorías superiores, ya que afortunadamente los electrodomésticos eran cada vez más eficientes.
La escala original (de la A a la G) quedó obsoleta y pronto aparecieron “A+”, “A++”, “A+++”, mientras desaparecían “E”, “F” y “G”.
Por eso se fueron añadiendo sucesivos símbolos “+” a la letra A, que simbolizaba inicialmente la máxima eficiencia. Y fueron desapareciendo las letras que identificaban una menor eficiencia (la F, la G…).
Las mutaciones de esta escala confundieron a los consumidores, que veían como la letra A pasaba de significar lo mejor a ser algo regular tirando a malo.
En agosto de 2017 la Comisión Europea decretó un nuevo “reescalado”: desaparecen las clases “A+”, “A++” y “A+++” regresando a la graduación original de la A a la G. Los electrodomésticos de clase “A” volverían a ser la punta de la pirámide de la eficiencia energética y se eliminarían los dichosos “+++”.